jueves, 3 de febrero de 2011

El amor

 El día 29 de enero fui a la facultad (a pesar de ser sábado) porque tenía que hacerles un examen a los alumnos que habían suspendido o no habían venido nunca a clase.
 Sólo se presentaron cuatro personas, cuando contaba con siete como mínimo. Una de estas tres que había faltado, el día anterior, me pedía fervorosamente que le dejase repetir el examen, pues quería conseguir un 10. Yo, por supuesto acepté...pero, al final, no vino. Me ha decepcionado un poco.
 Cuando acabaron el examen, uno de mis alumnos, Linas (que ya había aprobado), apareció en el aula para invitarme a un café. Me alegré mucho de verlo porque es un chico muy agradable.
 El primer grupo de alumnos que conocí cuando llegué a la facultad fue el del nivel A2; chavales de 21 años que están estudiando traducción e interpretación de diferentes idiomas (francés, inglés y ruso). Sé que cuando me vieron por primera vez, y ellos mismo me lo han reconocido a lo largo de estos meses..., pensaron que "yo" no podía ser una profesora universitaria. La razón de esto es que soy bajita y parezco, según ellos, tener como mucho, 25 años. Pensaron en mí como una estudiante en prácticas. Incluso, el primer día, me preguntaron si habría examen. Cuando obtuvieron una respuesta afirmativa y muy sonora como: " of cooooooourse", sus caras cambiaron inmediatamente.
 Los alumnos que más recuerdo del primer día son: Linas, Darius e Ina. Los tres estaban sentados en la última fila (lugar de los alumnos que suelen ir "de sobraos"). No paraban de reirse y pensé que eran los rebeldes de la clase.
 En las siguientes clases, estos alumnos, cambiaron sus lugares y desde entonces, se sientan siempre en la primera fila. Linas, es mi "asistente personal" para cualquier problema que tengo en el aula, véase: fallos en el ordenador, el proyector, traducción de palabras en inglés...; Darius es el que pone la nota de humor (cada vez que lo miro está sonriendo y hace chistes con las palabras del español). Ina, es la mayor del grupo, quizás por eso se haya mostrado como una de las alumnas más cercanas.
 Los demás alumnos se fueron revelando poco a poco: Víctor, Dovile, Rasa E., Rasa R., Egle, Paulius, Greta, Jolanta, Lina...¡La verdad es que son encantadores!.
 Hablo de este grupo porque es el primero que conocí, con el que más horas paso a la semana...y porque en este grupo está Linas, el muchacho que vino a visitarme esa mañana y el objetivo de la anécdota que quiero contar.
 Linas, después de 2 meses de clase conmigo, un día me preguntó si estaba soltera ( ya que esto es muy raro para una mujer de 29 años en Lituania). Le respondí que sí y él me hizo otra pregunta: " ¿ Cómo puede ser eso posible?". Me reí y le dije: " soy libre". "Bueno saberlo", me dijo. No hice caso.
 Minutos más tarde me estaba esperando en la puerta de la facultad. Volvió a hacerme otra pregunta: " ¿has entendido lo que quería decirte en la clase...?, que si quieres un novio, aquí estoy yo". Me quedé muy sorprendida. Pensaba: " o está de cachondeo o es un chico muy valiente". Cuando pasaron los días pude darme cuenta de que es valiente.
  Linas, vino a verme a la facultad (el día 29) porque ese era del día en el que los alumnos debían reescribir el examen y él lo sabía. Me invitó a un café y me entregó la redacción que les mandé hacer como trabajo navideño. La redacción era un historia corta ,que intuí, tenía que ver conmigo:
" A un hombre llamado Thomas le gustaba una chica llamada Sharom. Él pensaba en ella día y noche y no le gustaba está sensación de pensar en ella todo el tiempo. Pensó que la razón de ello era porque tenía los ojos muy hermosos. Se imaginó mirándola de pie frente a ella con pasión. Tenía una mirada hipnotizadora.
 Sabía que, a ella, él no le gustaba; pero tenía que tratar de invitarla a salir un día. Cogió el teléfono y marcó su número con nerviosismo. Una voz suave contestó el teléfono: era una niña. Él preguntó si podía hablar con Sharom, la niña empezó a llorar. Thomas le preguntó si algo andaba mal. La niña dijo que ella era la hija de Sharom y que ésta había muerto hacía dos días. Thomas colgó. Sintió un gran pesar. Estaba enojado, pero también aliviado. Aún así, todavía no podía dejar de imaginarla mirándolo con esos ojos tan bellos"
 La verdad, me pareció una redacción muy original. Me gustó. Hablamos mucho tomando un café y después fuimos a pasear hasta la zona vieja de Kaunas. Una vez en este lugar, decidimos tomarnos una cerveza en un pub irlandés. Cuando salimos del local me dijo: ¿ quieres que salgamos algún día por la noche a tomar algo?;).

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