martes, 1 de febrero de 2011

Como me siento en Lituania

http://www.youtube.com/watch?v=Cg0cmhjdiLs

 En Lituania soy como el unicornio blanco y libre que siempre quise ser pero, a la vez, no sé distinguir entre sueño y realidad. El entorno es completamente diferente...la gente, las calles; cuando me despierto no sé dónde estoy ni por qué. Paseo sola por la ciudad y me pongo melancólica pero también me gusta esta sensación y esta nueva vida.
 Es como si ahora fuese otra persona en el mismo cuerpo que habitaba antes; ¿seré, quizás, una replicante y mis lágrimas se perderán en la lluvia?".
 Cinco días antes de volver a este país conocí a una mujer centenaria llamada Genoveva. Vive en Mataró, en una residencia de ancianos que es de estilo modernista y que parece de ensueño. Es española pero vivió muchos años (30, nada más y nada menos) en México. La razón de su diáspora había sido la guerra civil. Cuando las cosas se calmaron, decidió volver a España. Tiempo después de su retorno enviudó, y ahora se encuentra sola en esta residencia ( bueno, tiene como apoyo del señor Trench en Mataró y a su hijo y nietos, en México).
 Genoveva es una mujer sabia por su edad, es un gusto hablar con ella porque sus palabras emocionan. Es una señora de los pies a la cabeza y muy, muy elegante.
 Tuvimos un par de conversaciones breves pero intensas. Una de sus frases de la que nunca me olvidaré es: "la vida, es un sueño, y cuando nos despertamos, ya no queda nada".
 Pienso en el vertiginoso "tempus fugit".


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